Aveces, le temo a la muerte
cuando pienso en ella
como una señora de buen talle
y mejores nalgas.
Temo
ser aplastado por su culo inmenso
o devorado
por una boca sin dientes.
Es un lengua ignífera
que me arde la sangre
y funde mis huesos.
La noche nos grita
palabras de tigres,
de leones
y asesinos
muertos de sueño.
Me escondo entre esas cobijas
atizadas de silencio
no soy nada
me repito
un cuerpo con huesos
blancos
y dientes podridos
mordiendo el frío.
Temo, también
los martes que te buscan
te cambian el nombre
te ponen disfraces
y te hacen parecer
una ramera
que cobra caro,
me siento pobre estando contigo
con los martes y contigo,
la lluvia no me alcanza
no me alcanza tampoco
la muerte y el olvido.
Temo
cuando el viento levante tu falda
se desnude tu cuerpo
y mis manos muertas de noche
te sostengan
y te abracen
muerta
de la lluvia de agosto.
27 jul 2009
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4 comentarios:
Ricky rebelde...
fuera de lugar, malditas drogas!
pal caso dice lo mesmo
Cómo carajos se critica la poesía... mmm ah si bueno lo que sea ..
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