4 dic 2008

Salvajismo en el hogar. Isabela Ceja

Bajaste la escalera y yo no vi mejor momento para acorralarte y pegarme a tu pantalón, tu madre guisaba a menos de cuatro metros, tu hermano rasgaba su guitarra en la habitación continua y yo solo me abalance una y otra ves.
Tu mirada me sujetaba el cuerpo, los olores de aquella tarde nos "echaban aguas" y tus dedos se sumergieron en mi boca, susurraste un par de veces que callará, que tu madre nos escucharía, pero mi mirada ya te había desnudado, mi lengua te acribillaba el cuello y de nuevo me rogabas que callará,
-por favor mi madre oirá tus gemidos.
Pero tu sexo solo rió de tu prudencia y sufrió una erección violenta; comenzaste a penetrarme y amenazaste a mis gemidos, decapitaste a mi sudor y sentenciaste a mis orgasmos.
Mis uñas derraparon por tu espalda, mi saliva se derramo en la pared y un beso extremadamente salvaje carcomió tu necesidad de amarme.

La voz de tu madre retumbo en tus oídos, mi aroma se quedo en todos tus sentidos y un "no te vayas" fue lo único que tu aliento te permitió decir.

3 comentarios:

aeromusa dijo...

Corto, preciso, sexoso... oloroso

genial Isa genial!!!


PD: ay tan bonitos los momentos familiares...
yo si juego... cuac!

Rodrigo dijo...

crei que trataba de violencia, sin mebargo encuentro en ello una situacion que mucha gente vive quiza a diario por el hacinamiento. Interesante, sensual y agresivo

Anónimo dijo...

hey que bueno regresar y encontrarme con textos asi de buenos corto, erotico, viajado de lo sutil a lo agresivo literario, ligero al ojo humano, el titulo esta genial, multiinterpretativo ja, animo

jaime garba