9 feb 2009

(Des)Componiendo una carta de amor. Laura Avalos

A ti, ... que te corresponde:

Esta es mi manera de hablarte. De conocerte. De explicarte que si fuese posible una comunicación real, no habría escrito y estaría muy lejos ya de aquí. Eres el elemento que da desequilibrio a mi existencia. ¿Será por eso que te quiero?

Y corro a mi almanaque de citas, para leer sin aliento: "Y con mi memoria de elefante, ¿cómo poder olvidar sensaciones que debían haber sido fascinantes? el amor es así me atravieza con una rama de lado a lado, y me conjuga en mil versos". Tengo un almanaque lleno de frases y fragmentos que me componen y descomponen, si ya sé, tómame por tonta, pero sin peros.

A lo que me lleva tu silencio, tus ojos, estas palabras, es a encontrar el lugar adecuado, aunque sé que ese lugar no es tu oído. Por eso las palabras que han de decirse, se dicen para quien las acogerá como buen abrigo en el frío, como un suculento guiso en medio del hambre y eso hago, quisiera decir, eso soy (abrigo o sinhambre), pero las cosas casi nunca son como se escriben. Ya no diré más, porque como los culpables sé "todo lo que diga será usado en mi contra."


"Sólo este día, amigo mio" "Sólo esta Luz", como el poema de Isabel Fraire y yo para mí qué tengo... sólo esta melodía, rebotando en las paredes de mi habitación desordenada, llena de nostalgia, de gritos contenidos. Abro los brazos sólo para mi, yo sólo me tengo a mí. Ya sé que en el otoño y en el invierno, en primavera y verano, que todas las estaciones llegaran con nuevos frutos que hablarán otras consignas, otras luces, otras voces, otros gestos, otra sonrisa. otro vaivén, otros tú. Siempre ha habido otros tú. Pero solo tú, tú que eres la misma sal.

Me gustaría decirte que ahora deliro, pero eso tu ya lo sabes. Soy loca, psicópata, mitómana. Soy sincera, de verdades necesarias, soy todo menos consuelo, no soy consuelo y ni puerto, soy mar abierto. Si me vieras aquí, inventándote, adivinandote, como siempre lo hice como siempre fue. Lo malo es saberte, saber que andas por las calles y tienes un nombre, una dirección, un lugar a donde ir, alguien a quien ver, que de verdad existes. Entonces confirmo que mi locura es gratuita, como yo. Como mi perene incoherencia, necedad y miedo, digo no y es un sí el que me explota en las sienes, y que lo detona mi corazón.

Tu no sabes pero me gustan las letanías, tanto como el sonido de tus pasos alejandose:
Puertas del verano, ábranse a mi paso
Notas de esa canción, acompáñenme
Dulces acordes de piano, abrígenme
Voz de noche que no se borra, háblame
Grata memoria, enriquéceme
Luz y belleza de los muertos, cúbreme
Tenaz deseo, protégeme
Beso que no cesa, quédate
Caricia nocturna, quédate
Embiagadora mentira, convenceme
Agua del mar, purifícame
Lento correr de los días, víveme
Oración en el viento, escúchame
Voz del que amo, cállame siempre y en ese silencio hazme morir.

Esta no es la noche en altavoz, ni la aurora a la distancia. Esta es la fría mañana penetrada por un recuerdo. Estoy con el codo en la tierra y debo levantarme, acceder, creer, reír, si es necesario olvidar, olvidar y tomar del deseo sólo el recuerdo, de la gracia ese instante que cierto dejó huella, todo para estar de pie otra vez, viviendo.

Ya te han dicho mi nombre. Sabes mi nombre. Yo también tengo dirección precisa, una identificación con fotografía y un montón de adjetivos que responden por mí. Nada te pido, nada, mira nada. Pero aquí sigo. Mirame "no trato de curarme, sólo de ocultar mi locura" ¿o era al revés?

Esta no era una carta. Jamás lo sería

2 comentarios:

sinnombre dijo...

Hola, pasando a saludar y tambien para invitarte a que pases y veas mi blog a ver si encuentras algo de tu agrado y si te gusta intercambiemos enlaces, una suerte de fucionar dendritas o algo asi diria yo,je.
Saludos y hasta la proxima.

Adrián dijo...

oye, éste ha sido un grato descubrimiento.

no merecía el título noble de carta con destinatario. morirá arrumbada como mueren los anónimos que están siempre detrás del que da la cara.