4 mar 2010

bsssh bsssh bsssh

I. A mi no me dan ganas de morir así.

Oler que falta aire es como aspirar, dar el jalon y sentir que la asfixia te ahoga, ambas huelen a la misma desesperación lo único que cambia es el remitente.
Me jodería terminar muerta de esa manera. Lo bueno es que yo puedo elegir eso de la petateada. Si no me gusa, puedo repetir la escena.
En esta ciudad siempre huele a lo mismo como a desolación podrida o a sabanas de hotel que no cambian, pero esa noche mi calle olía a distinto, a suceso nuevo, era casi excitante poder intuir el olor a la tragedia (TRAGEDIA con mayúsculas y no de dientes para afuera) .

Soy Eugenia, la gata de Arcadio (no tan famoso como el del tal Gabo pero no por eso menos interesante) y a pesar de que la vida me a tratado tan bien, estoy apunto de quemar las naves y ponerle la ultima mejilla al puñetero destino, ya se que se le dice a la vida pero si tu conocieras mi historia le echarías la culpa al destino, la vida, la vida es mi pinche aliada, siempre me regresa el aliento.

Para que entiendas lo que digo, te explico como me rio de la suerte, yo soy arrabalera con clase, me gusta hablar bien pero no puedo negar que nací en el barrio, siempre me ven pinta de gata con cacle y cuando tengo ganas hasta de cache, ¿entiendes lo que digo?.


II. No es bueno pegar el ojo.

Yo soy mirona, muy mirona casi tanto como una mirona de profesión (no vouyerista, eso es de sucios sin estilo).
Cata es la ex esposa de mi amo y me gusta seguirla de camino a casa, cuando sale de ese asqueroso trabajo dónde todo huele a rata (no crean que comemos roedores por necesidad, no mas disfrutamos como sufren esos dientudos de alcantarilla) pues yo voy por ella porque me gusta imaginar su muerte, la sigo porque me cae mal y ella hizo llorar a mi querido Arcadio, un día lo tacho de depravado y se marcho con maletas medio llenas, medio vacias. Ella cree que la extraño y un par de veces ha querido robarme, me invita a pasar a su casa y me conciente a tal grado que lo único que se puede hacer, es vomitar.
Siempre huyo, porque mi Arcadio me necesita, no soy muy cariñosa, me da miedo sentar cabeza, una cosa es amar y otra ser pendeja, de uraña yo tengo todo pero no por eso dejo de dar la vida por quien amo y yo un día veré como esa perra reciba su merecido (ja, esa perra, así la siento como una de mis peores enemigas,jodidas ironías).

He aprendido a oler lo que no se huele según ustedes, por ejemplo los golpes, los puñetazos huelen, juro que huelen y a veces apestan tanto que es necesario dejar de ser animal para evitar el asco.

Tato es el hijo de nuestra vecina, un tipo de los mas idiota pero aun así tiene estilo, ja, que si no tiene estilo, el muy cabrón desfalca todo el tiempo a la madre y ésta que de por si es pobre no se como soporta tanto, bueno si sé, soporta porque esta sola porque no soporta quedarse sin su alimaña de la suerte, ése que no mas la succiona en cuanto olfatea el dinero, te digo que aquí todo huele. Pero ayer olió a putazos, al Tato se le paso la mano, quería dar "el gran golpe" y termino asaltando a su madre (¿qué hijo de puta, asalta a su madre?) solo Tato, pero ella se resistió, seguro lo olió yo se que si lo hizo, yo lo olería a kilómetros, nadie huele a tanta porquería, Tato acabo dandole una madriza que no se si libre esta ves.

Mi calle apesta, ¿pueden olerla?.

III. La ausencia si huele, los que no huelen son ellos.

Jamas estoy cuando Arcadio llega a casa, trabaja dando clases a "gente bonita", clasistas de mierda que carecen de humor propio, huelen a lo que critican, es tan falso juntarse con ellos, por eso odio estar cuando el llega, apesta a gente carente de olor y eso me molesta.
Ultimamente llego tarde, no es que no quiera estar con el pero le ha dado por ver cosas que me indignan. Huele a gente común y eso me aburre, pero esta tarde todo olia a muchas cosas, ¿haz olido a lo incierto? así olia el viento que eriza mis bigotes, el mismo que hace restregarme en el techo de ajenos. Tenía ganas de saber a quien le llegaría la hora, pero los aromas no decían mucho, no mas que pronto se pudriría un alguien.

IV. ZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzhhhhhhhhhhh

No duermo mucho, casi no hay tiempo para andar pelando el ojo, uno debe de hacer como que duerme pero siempre andar a las vivas. No respeto mucho al baño, como que nos quita escencia, ¿no te haz dado cuenta?, luego borra recuerdos y eso en verdad me molesta, pero ese día decidí lamerme hasta desaparecer cualquier rastro de chisme barato, necesitaba estar lista para cuando sucediera lo que tenía que suceder.
Eran casi las nueve, volví a casa a comer algo y saber si Arcadio tenía algo que contar.
-Hola Eugenia, hasta que te paras a verme ya hasta parece que te mandas sola...
- Miaaaaaaauuuuuuuuuuu (no jodas Arcadio, mejor dime porque traes bolsas de Gandhi,Samborns y Palacio ¿qué me haz traído?)
- Te traje una pelicula, Eugenía, a ver cuando te dignas a mirar algo conmigo, no mas te vas y ni cuentas nada, ¿ya cenaste? me compre unos libros de foto increible, una alumna me coqueteo sin medida hoy, hueles bien Eugenia, ¿te han bañado?.

Bajamos a la cocina, me puso mi platón favorito y siguio hablando, termine y subi a fisgonear las compras, los libros habían sido caros (ultimamnte solo eso lo consolaba), peliculas, un par de zapatos nada caros pero no se veían corrientes, daban el gatazo, que expresión tan despectiva pero que mas da, si yo lo doy todo el tiempo, pero dentro de la bolsa de Palacio había otra bolsa negra sin marca alguna y con peliculas de esas que ultimante ve y me molestan, me dio un poco de tedio oler su intimidad encerrada en aquellas cajas sin nombre pero que dan escalofrío. Sabía que las estrenaría conmigo o sin mi rondando su alfombra, una ves entre en mal momento pero a él le dio igual, supongo que no le interesa que lo mire una mirona como yo, hasta le ha de gustar, pero a mi me disgusta mucho, porque yo le aprecio pero no por eso me lo quiero quedar.

Subio cuando yo aun miraba las cosas que había dejado sobre la cama, comenzo a hablar de las rebajas que había agarrado, yo solo sabía que él ya olía a precoz, después de un largo adiós (miaaaaaaaaaaaaaaaaau) y restregarme en sus piernas que aun no jedian, sali en busca del olor que mi ciudad me anunciaba desde temprano.

V. La traición no huele, es como los muertos apesta después de que ya paso.

La vagancia es de lo mas normal en nosotros los gatos, yo soy floja pero la curiosidad me mata así que por mas cansada que este, necesito mirar y mirar hasta obtener la imagen que desprenda el olor que necesito para descansar. Jamas hallé el aroma que me advirtió tragedía y comencé a pensar que la vida me estaba timando, yo soy muy buena en esas cosas. Regresé a eso de las tres de la mañana. Callada no estaba la ciudad, porque aqui jamas calla nada pero olía a pocas cosas, a sueños y a silencios pero de esos como cuchicheos, por eso las madrugadas me gustan huelen a cosas que no confundes, pero a mi aún me olia a tragedia y eso me molestaba, mentadas tretas.

Llegué a nuestra calle y decidí irme por los tapiales, rogandole a la suerte que me regalará aunque sea una porquería de detalle, pero la vida ni se acordaba que yo andaba despierta, quien me tenia un regalote era el destino; crucé una, dos, tres, cinco diez casas y desde ahí pude ver que nuestra ventana estaba prendida, el escalofrio subio por mi cuerpo hasta rebotar en mi cola, mi color negro brillo mas que nunca y de putazo, el olor a tragedia se presento, intente caminar lento pero mi ojos se adelantaron, las cortinas estaban de par en par y una gran bolsa de Totalmente Palacio cubria la cabeza de Arcadio, la televisión lanzaba imágenes sumamente violentas de miembros, senos, fluidos, gemidos todo olia a eso que olia desde temprano, la bolsa se alejaba y acercaba a su boca, cada vez menos, cada vez mas cerca y entonces... tuve que dar un jalon de aire, olia a que se acababa el aire, a desesperación a todo en lo jamas he querido morir, a eso olia Arcadio, una tremenda carga de semen salio disparada a la ventana y con ella el ultimo suspiro, su muerte chiquita había decidio rozar con la grande.

Me desmaye no pude soportar aquella imagen y sentirla tatuada a todo mi pelaje y como se hacia borroso mi morbo insatisfecho.


VI. ...

Cualquiera pensaría que desperte porque el sol quemaba, no, en realidad desperte porque la traición de Arcadio me acribillaba las fosas. Entre a la casa y lo miré un buen rato, pense en Cata y en que jamas dejaría que supiera esto.
Deje que su olor me traspasará un par de horas, mientras pensaba en la manera de arrancarle la bolsa de la cabeza, no mirar sus ojos, no rasgar descomunalmente la bolsa, embarrarla un poco de la sangre que ya corría por la alfombra y dejarla en casa de Cata antes de que alguien comenzará a preguntar por Arcadio, pero después de que la policía y los aires corrieran el secreto.

Odie ver tu cara, tu azul morado en los labios y esos ojos que no eran de miedo si no de placer obscuro, obsceno casi hilarante, odie rasgar la bolsa y no poder regalarte una de mis vidas, lo hice por egoista y no porque me faltaran ganas, porque así somos los gatos no mas pensamos en nosotros y se nos olvida el nombre de los demas, igual no la merecias quizá en otra vida, con otra gata no yo, yo soy arisca, ruin, y mis vidas se acabaron el día que vi como decidias usar ese sudor chaquetero como tu ultima loción, una te la llevaste con tu traicionera pasadita de mano y la otra yo la queme porque se me dio la gana dejar de oler cochinadas, oler a gato sin dueño.

Cata fue investigada no mas una semana, el gusto no me duro ni el mes, soy una gata con rastros de humano porque me quedo con su aroma, pero al final gata y mis cuartadas no sirven porque no pienso como ustedes, siempre me fio de la suerte y de mis vidas.
El destino se encargo de Arcadio y yo acabe odiando a los dos.


FIN.

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